En Nueva York hay más 13.000 taxis circulando por sus calles. Y aunque una de las imágenes más habituales de la ciudad es la de ver sus principales Avenidas plagada de ellos, lo cierto es que, contrariamente a lo pudiéramos pensar, hay menos que en Madrid, dónde las licencias se sitúan en torno a las 15.700.
De lo que no cabe duda es de que los característicos coches amarillos, operados por compañías privadas bajo licencia de la NYC Taxi and Limousine Commission, se han convertido en todo un símbolo de la ciudad, y constituyen una de las formas más rápidas, y no excesivamente cara, de recorrerla.
Según datos del 2000, el 82% de sus conductores habían nacido fuera de EEUU, destacando los de origen caribeño, un 23%, y los nacidos en Pakistan, India y Bangladesh, que suman un 20%. El 90% de los taxis amarillos neoyorquinos son el modelo Ford Crown Victoria, aunque en los últimos tiempos se están introduciendo nuevos modelos hibridos y diesel de otras marcas, como el Ford Escape.
Los taxis neoyorquinos llevan, además de su medallón con el número de licencia, un panel con las tarifas en las puertas traseras y un logo retro de NYC Taxi en las delanteras.
Hay una página con información útil y respuestas a las preguntas frecuentes que nos pueden surgir al coger un taxi, de la Comision reguladora antes mencionada.
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