El edificio de Sony, obra de Philip Johnson, fue uno de los primeros rascacielos del Midtown neyorquino que tuvo un toque de originalidad en su acabado. Hasta ese momento la gran mayoría de los rascacielos eran bloques rectangulares. El edificio, situado en Madison Avenue, entre las calles 55 y 56, cuenta con un espacio público donde sentarse a tomar un café o leer el periódico. A través de dicho espacio público se accede al Sony Wonder Technology Lab, un museo gratuito, dedicado a los avances tecnológicos.
El museo cuenta con cuatro plantas y atracciones interactivas que permiten ver el estado del arte de la tecnología. Lo complicado es mantener la atención sobre el tema en momentos como este, donde cualquier teléfono móvil nos permite tener aplicaciones como Google Maps impensables hace sólo cinco años. En cualquier caso el museo es entretenido e ideal para ir con niños. Hay atracciones divertidas, como una donde un avatar nuestro (dibujo animado) baila con los movimientos reales que nosotros hacemos y que son capturados con un laser. La visita puede ser muy divertida.