Durante la época de la prohibición proliferaron los locales clandestinos en los que se servía alcohol. A ellos se accedía a través de puertas falsas y después de haber facilitado una contraseña. Estos speakeasy, siguen existiendo en Nueva York, de hecho se siguen abriendo, ya que el aura de clandestino vende en la ciudad de los rascacielos.
Si hace algún tiempo hablamos de The Back Room, hoy me gustaría hacerlo de PDT. Su nombre lo dice todo, Please Don’t Tell, se esconde en un local situado en St. Mark’s Place cuya especialidad son los perritos calientes, Crif Dog’s. Para llegar a él, hay que recorrer el local y llegar a una cabina telefónica de los años 40, descolgar el auricular y presionar el timbre, para que nos abran el paso a PDT.
Allí nos esperan cócteles, gin tonics, y la posibilidad de elegir entre la carta de Crif Dog’s, todo ello al ritmo de Sinatra, hip-hop y rock, en un local con capacidad para 45 personas.
5 opiniones en “PDT”