Aunque no es la primera vez que hablo de él desde aquí, hoy que gustaría recordar uno de los mejores delicatessen de Manhattan, Katz’s.
El lugar, inaugurado en 1888 por un inmigrante ruso que, cómo tantos otros se estableció en el Lower East Side, sigue fiel a la tradición y se ha convertido en un lugar de peregrinación para neoyorquinos y turistas que acuden a él para tomar los mejores perritos calientes de la isla, además del mejor sandwich caliente de pastrami, en pan de centeno, del mundo.
Sus paredes llenas de retratos de sus propietarios con las personalidades de la política y el cine que han desfilado por sus mesas de formica, han servido de escenario para varias películas. Desde la famosa escena del orgasmo fingido de la película Cuándo Harry encontró a Sally, hasta la más reciente, Encantada, de la factoría Disney.
He estado en Katz’s varias veces, y en junio de 2010, coincidí con uno de sus dueños, Alan Dell.
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4 opiniones en “Katz’s, una visita imprescindible”