Nueva York ha sido incrementando su oferta de lugares en los que tomar un buen café, y los neoyorquinos han empezado a tomar más en serio el ritual del café.
Que el panorama ha cambiado daba fé el artículo que hace un año publicaba The New York Times, en que se incluía una lista de los 30 mejores lugares para tomar un café en Nueva York, y en la que no faltaban locales cómo el Café Grumpy que pasa por ser el café neoyorquino que poseé la mejor cafetera de la ciudad, o Stumptown, cuyo estupendo café se puede encontrar, por ejemplo, en el corner que poseén dentro del ACE Hotel. O este otro artículo de Seriouseats, con los mejores cafés del East Village y el Lower East Side.
Hace unos días, otro periódico local, en esta ocasión New York Post, publicaba un curioso artículo en el que recogía cómo ese gusto por el café bien hecho, ha deribado igualmente en la aparición de baristas que hacen de su trabajo un proceso de lo más purista, en el que la búsqueda de las condiciones perfectas para la degustación del café, impiden en sus locales algunos usos propios de otros muchos, sin duda, conocidos de todos.
Prohibidos los siropes y los sabores añadidos en el café, aseguran en RBC o Ninth Street Espresso, nada de Wi-Fi o portátiles, si quieres ir a Café Grumpy, y podrás comprar café en grano, pero nunca ya molido, en Blue Bottle. Todos sus baristas coinciden además, en que el café hay que tomarlo en el local, así que no se puede pedir para llegar, entre otras razones, porque el papel alteraría su calidad.
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Publicado por M.Carmen Voces
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