Alguna vez hemos hablado en el blog de la Teoría de los cristales rotos, que venía a decir que si una ventana rota no se arregla, las otras terminarán por romperse con el tiempo.
Esta teoría llevada al terreno de la delincuencia, sirvió de inspiración al ex-alcalde neoyorquino Rudolf Giuliani para llevar a cabo su política de castigar cualquier delito por menor que fuera, y consiguió que los niveles de criminalidad de Nueva York bajaran a sus mínimos. Algo que sigue manteniéndose en la actualidad, ya que en el 2011 la ciudad registró el tercer indice de delincuencia más bajo desde 1953, cómo recogía la prensa recientemente.
Ayer, Microsiervos nos dejaba el video adjunto, 365 Días en la vida de una bicicleta en Nueva York, y que nos ofrece un buen ejemplo de la Teoría de los cristales rotos. Una bici estacionada en el SOHO de Nueva York, permanece perfecta hasta que alguien le quita la botella. Desde ese momento, la bici poco a poco empieza a desaparecer…
Publicado por M.Carmen Voces