Sandro Pozzi, es colaborador de El País, medio para el que cubre noticias económicas y financieras procedentes de Estados Unidos.
Reside en Nueva York desde hace años, y es un buen ejemplo de la mezcla y diversidad que caracteriza a la ciudad, ya que por sus venas corre sangre española e italiana. Esta es su personal visión de la ciudad.
Desde aquí quiero agradecerle su rapidez y simpatía a la hora de responder esta entrevista.
Nueva York, 15 de febrero de 2012
P. Después de más de 8 años de colaborador de El País en Nueva York, ¿cuál ha sido la noticia, con la ciudad cómo protagonista, que más te ha impactado?
R. Noticia con la ciudad como protagonista. Uhmm… empieza difícil la cosa, jajaja. Cubro economía, finanzas y empresas, así que lo que se me viene a la cabeza es el colapso de Bear Stearns y de Lehman Brothers, por todo lo que venía de antes y todo lo que pasó detrás. Fue un momento muy interesante. Eso sí, dormí muy tranquilo porque no tenía acciones en Bolsa, jajajaja. Pero lo más intenso fue cubrir las manifestaciones durante la Convención Republicana. Aunque la historia que más me ha gustado cubrir es una muy reciente, de un ex consejero de Goldman Sachs y su mujer, que están movilizando toda su fortuna para financiar la investigación de un tratamiento que permita curar a su hija y a otros niños que sufren su enfermedad degenerativa. Escribo mucho de filantropía, y esta ciudad en ese aspecto es una mina de generosidad.
P. Nueva York es una fuente inagotable de información, ¿cómo seleccionas, o discriminas, las noticias que son de interés para el lector español?
R. Y con los nuevos medios sociales, esa selección se hace aún más necesaria para no volver loco al lector. Siempre trato de anticiparme a lo que puedan ver en la redacción central en Madrid, para acotar mejor la actualidad informativa. Lo que busco es contar cosas de aquí que puedan tener un reflejo allí. Evidentemente, a mi madre en Sevilla lo que le va a interesar primero es si el socavón que tienen frente a casa se lo van a arreglar. Pero para taparlo, el Ayuntamiento debe tener dinero. Y lo que pasa en Wall Street, puede tener un impacto en la capacidad de su ciudad para responder a sus problemas como ciudadana. Es un poco exagerado, pero es así. O por ejemplo. Si Coca-Cola va bien, los empleados de la planta en Sevilla podrán estar tranquilos. Si por el contrario, anuncian despidos, es muy posible que les afecte a ellos también. Y luego están todas las cosas curiosas, que no tópicos, pero esas son más difíciles de vender porque hay que competir con la actualidad en Europa, que no es poca.
P. ¿Hay un interés real en nuestro país por lo que sucede y es Nueva York, o nos quedamos en el detalle de la imagen estereotipada de la ciudad?
R. Es la lucha de cualquier corresponsal, español, italiano, británico o francés. Lo que pasa en Nueva York se vende con gran facilidad. Y si eres colaborador como yo, eso te da de comer. Pero hay un límite, como en todo. Se cae la fachada de un brownstone en Harlem y es noticia en España. Nieva, y me entero por mi madre antes de salir de casa. Un perro le pega un bocado a una presentadora en la tele, y ni te cuento. Son cosas que podrían pasar en cualquier ciudad española, y se quedaría en una noticia local. Volviendo un poco a lo que te comentaba antes, Nueva York está muy lejos, pero es a la vez muy próxima al lector. O ha venido a la ciudad, o conoce a alguien que vive aquí, pero sobretodo, entra en sus casa a través de las películas y series. El gran problema es que la gente tiene una idea preconcebida de lo de aquí y por eso te decía al principio de la respuesta que es una lucha. Creo que la cosa está cambiando de todos modos.
P. Solemos ver con frecuencia cómo noticias relacionadas con España, o protagonizadas por españoles, que suceden en Nueva York, se magnifican en la prensa española. ¿Cuál es la razón de que esto ocurra?
R. Jajajaja. Mira, desde hace tiempo venimos haciendo el chiste varios colegas, de que deberíamos escribir un libro con las veces que se dice lo de “triunfa”, “conquista”, “se rinde”, “entusiasma”. Soy el primero que defiende, apoya y se alegra, de que a la gente le vayan bien las cosas. Pero siempre intento darle la dimensión que se merece. Y si te fijas, los que más éxito tienen por estas tierras son los que menos lo hacen ver. No hay ni que dar nombres. Así que mi opinión, es que son los propios protagonistas los que venden ese triunfo como tal a los medios en España, no aquí. Eso sí, raramente llaman a los medios locales. Pero quizás esté equivocado. Me salva en esto, que me concentro en contar exclusivamente cosas de empresas estadounidenses.
P. Cómo periodista que ejerce en Nueva York, nos gustaría saber tu opinión sobre el futuro de la prensa digital en Norteamérica. ¿Es extrapolable a Europa?
R. Todo se puede replicar si se estudia bien, se hace en el momento justo y se adapta a las especificidades de allí. Es como venir aquí a abrir una empresas y pretender hacerlo como España. Pues seguramente no funcione. Dicho esto, el modelo de la prensa digital no está definido. Por ejemplo, The Wall Street Journal tiene el modo de pago y le funciona, porque tiene un producto muy específico. The New York Times lo prueba ahora de una manera más flexible y está por ver el resultado. En ambos casos, para que funcione la cosa, los medios deben invertir en hacer información propia, original y de calidad. Si le ofreces eso al lector, paga. Si no, se va a otro medio a buscarlo gratis. Creo que el problema del debate en España, es que sigue rotando sobre la plataforma. Qué más da que sea papel, internet, una tableta, o un PC. Y hay que entender que es lo que hace realmente el lector ante la información que se le presenta en esos soportes. Pero para mi lo importante es concentrarse en el producto. El reto es que esto sucede mientras los recursos son escasos por la crisis económica y se reduce estructura de redacción, mientras se le exige hacer más y más rápido. No es una queja, es una realidad. Insisto, si se descuida el producto, se pierde la lealtad del cliente.
P. ¿Cuál es la relación de los medios españoles desplazados en Nueva York con la prensa neoyorquina y, con los media norteamericanos en general?
R. La mía, muy poca. Se limita a algún evento, si es que no tengo que salir pitando a escribir. Si trabajara en el NYSE, sería diferente. Y cubriendo la ONU o el FMI , si es verdad que puedes tener más contacto con los representantes de los medios estadounidenses, pero no es lo mismo. Al final, la mayor parte del trabajo se hace por email o por teléfono. Las cosas de las nuevas tecnologías y de la inmediatez. Tengo muy buena relación desde años -de amistad- con Juan Manuel Benítez de NY1 Noticias, pero no lo considero como una relación profesional aunque a veces caí por su programa Pura Política.
P. Nos gustaría que nos dijeras cuál es tu rincón favorito de la ciudad.
R. El metro, más que un rincón, todo un mundo paralelo. Me gusta por el ruido, por la intensidad, por su ritmo, el acero y ese orden en el caos. Me da igual que haga un calor húmedo horrible, o que apeste en verano. Es el único sitio donde realmente creo se junta toda la diversidad de la ciudad, solo hay que coger la línea 7 para entenderlo. Nueva York es verdad que integra mejor que ninguna otra ciudad a todas sus razas, culturas, etnias, orígenes. Pero en el fondo está muy compartimentada, cada uno tiene su barrio y su trabajo. Y eso quizás sea lo que la haga una ciudad estable. Lo curioso del metro es que la gente parece como si hiciera su propia vida pasando del resto, come, se pinta, lee. Al final, la vida ahí abajo es un reflejo de lo que pasa arriba, en el asfalto.
P. Y para terminar, ¿Cuál es tu restaurante favorito en Nueva York?
R. Me conformo con poco, y me gusta todo. Un par de tacos de lengua o de chorizo, en la camioneta de la 96 con Broadway; un trozo de pizza en Caesar; lomo saltado en Flor de Mayo; green curry en Land o un sukothai en Pure. Pero ya puestos a elegir, si hay sitio, ahorros y algo que celebrar, no lo pienso dos veces: el restaurante de Jean George en Columbus Circle. Hay tanto para elegir en esta ciudad. Pero como en casa, en ningún sitio. Y ya no te digo si es la cocina de mi madre (la de mi suegra era espectacular, pero nos dejó este verano tras luchar durante dos años contra un esclerosis)
Ver otras entrevistas realizadas en El Nueva York de…
Muy interesante la entrevista. Enhorabuena.
Muchas gracias, Rafael. Interesante y amena 😉