Central Park no es solo el parque urbano más grande de Nueva York (con unas dimensiones aproximadas de 4.000 metros x 800 metros), el más visitado de Estados Unidos y una de las visitas imprescindibles en la ciudad ( recibe más de 25 millones de visitantes al año).
Central Park es además, un lugar para pasear (The Mall es uno de los paseos más hermosos del parque), para hacer deporte, para perderse, para desconectar, para admirar su vegetación, para observar las aves migratorias (contiene un observatorio de pájaros), para llevar a los niños al zoo que incluye, para hacer un picnic (por ejemplo en la enorme pradera de Sheep Meadow), o ir a comer (uno de los restaurantes más recomendables es The Boathouse).
Pero sobre todo, Central Park es el lugar para tomar el pulso de los habitantes de Nueva York, un punto de reunión y esparcimiento de los neoyorquinos, incluidos los famosos (cuyos 10 lugares favoritos del parque puedes consultar)
Encontrarás siempre algo que hacer, al margen de la época del año. Especialmente en primavera, pero también es uno de los mejores lugares de Nueva York para ver los colores del otoño (la pradera junto a Belvedere Castle a finales de octubre, o la zona de The Ramble, durante la primera semana de noviembre, son dos de las mejores vistas de Central Park durante esa estación).
Las calesas estacionadas en Grand Army Plaza te invitan a recorrerlo en coche de caballos, pero si quieres hacerlo cómo un neoyorquino, lo mejor es que lo recorras a pie, paseando, haciendo footing, o en bicicleta (puedes alquilar bicicletas en el parque por 15 dólares la hora para ir a tu aire).
Central Park está lleno de rincones que te sorprenderán.
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