El pasado 21 de octubre, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, más conocido como MoMA, reabría sus puertas tras una profunda renovación y expansión llevada a cabo por el estudio de arquitectura Diller Scofidio + Renfro en colaboración con Gensler, autores también del nuevo espacio de arte -de original diseño-,The Shed, situado en el emergente barrio de Hudson Yards.
Han sido cinco años de remodelación y 450 millones de dólares, pero hay que recordar que se trata del segundo más visitado de Nueva York, después del Museo Metropolitano, el Met. Y que gracias a esta renovación, el emblemático museo neoyorquino ha visto aumentado su espacio expositivo en un 30%.
Como novedad más evidente, nada más llegar a su fachada los visitantes aprecieran una nueva fachada de vidrio transparente que invita a internarse en su interior y a repensar el arte que en sus salas se exhibe. A experimentar el MoMA como laboratorio para el estudio y la interpretación del arte, según palabras de su director desde 1995, Glenn D. Lowry. Una idea que pasa por la lenta rotación de las galerías cada seis a nueve meses, según ha adelantado.
La nueva ala con la que ahora cuenta -llamada David Geffen en honor al productor, coleccionista de arte y filántropo neoyorquino que ha donado 100 millones de dólares a la institución para esta renovación-, permitirá que los 1.000 objetos que podían ser expuestos en el MoMA antes de la remodelación, se hayan visto ampliados hasta alcanzar los 2.400.
MoMA
Dónde: 11 W 53rd St.
Entradas: general, 25 dólares. Estudiantes, 14 dólares. Niños menores de 16 años, gratis. Ver otras tarifas
Horario: de L a D, 10:00 a 17:30 horas. V y primer J de cada mes, hasta las 21:00 horas