La mejor forma de experimentar Nueva York, una vez visitadas las atracciones imprescindibles de la ciudad, es recorrerla paseando.
Antes de empezar, te recomiendo leer Conocer Nueva York, una pequeña reflexión que te ayudará a asumir que no hay que pretender abarcarlo todo, es imposible.
Y en las rutas que siguen, te invitamos a pasear por sus calles para descubrir algunas de las múltiples caras que tiene Nueva York.
1. Entendiendo el carácter neoyorquino
Un recorrido por varios lugares, y las historias poco conocidas que hay detrás de ellos, para entender mejor el carácter tan neoyorquino, y una de las mejores cualidades de muchos de los que viven en ella, la de sentirse parte de la ciudad y actuar para defenderla.
Con paradas en Grand Central Station, los jardines de Tudor City, el primer jardín comunitario de la ciudad, un centro para aprender inglés, o el Museo de los inmigrantes del Lower East Side.
2. Bowery, o la transformación del Lower East Side
Experimenta la regeneración de esta zona de Manhattan, recorriendo una de sus calles más significativas, Bowery.
Zona habitual de prostitutas y sin hogar en los años 70, ahora acoge edificios de apartamentos de alto nivel cómo el Avalon, hoteles de lujo cómo el Standard, o instituciones dedicadas al arte contemporáneo más actual, cómo el New Museum.
3. Tras los pasos de Tony Soprano en Nueva York
Un recorrido en memoria del actor que le encarnó, James Galdolfini, fallecido el 19 de junio en Roma.
La imagen del Lincoln Tunnel con el que arranca la serie, la vía de acceso diaria desde New Jersey de su protagonista, Tony Soprano, para llegar a las calles de Manhattan, nos lleva a Little Italy.
4. Recorriendo Nueva York cómo un sibarita
En circunstancias especiales, para darnos un homenaje o, cuando haya algo realmente importante que celebrar.
Pensando en Nueva York cómo un destino para realizar del viaje de nuestra vida, experimentando una ciudad llena de glamour y de lujo, te proponemos tres recorridos para sibaritas.
5. Paseos gastronómicos por la ciudad
Una de las cosas que más nos gusta de Nueva York, es la posibilidad de comer bien a buen precio, gracias a los puestos de comida que puedes encontrar por toda la ciudad.
Los llamados food truck de Nueva York, esconden auténticos tesoros gastronómicos y te permitirán sentirte cómo un local.
6. El High Line, la antigua vía de tren que se convirtió en un paseo ajardinado
El recorrido de la antigua línea de ferrocarril de carga, West Side Line, ha experimentado una de las recuperaciones urbanísticas más alabadas de la ciudad en los últimos años, convirtiéndose en un parque recuperado para todos.
Cuándo este finalizada su tercera y definitiva fase, con apertura al público prevista para mediados del 2014, el High Line discurrirá desde el Meatpacking District hasta la calle 34.
7. Arte y cocina tailandesa en Nueva York
La comunidad tailandesa de Nueva York es sensiblemente inferior en número a otras de origen asiático, por lo que su presencia en la ciudad es menos evidente, pero no por ello menos interesante.
Un paseo cultural y gastronómico, que incluye el Metropolitan, el Rubin Museum, y The Asia Society.
8. Bronx, ese gran desconocido
Bronx, hace tiempo que superó la imagen (muchas veces magnificada) de barrio conflictivo, para convertirse en un lugar interesante al que hay que ir para descubrir la autenticidad de su gastronomía y cultura.
Te espera a sólo media hora en metro desde Grand Central Station, y menos, si utilizas el Metro North.
9. Paseo por la historia y la gastronomía del Lower East Side
El Lower East Side, barrio de inmigrantes en el siglo XIX se ha convertido en uno de los barrios que marca tendencia y de moda en Nueva York. Descúbrelo en este recorrido.
10. Gramercy Park, el jardín del que sólo unos pocos tienen llave
Una plaza en el comienzo de Lexington Ave. contiene un jardín privado, donde sólo los vecinos cuentan con la llave para entrar, rodeado de edificios históricos.
11. Recorriendo Wall Street
La calle más conocida del Downtown neoyorquino, fue el límite norte de Nueva Amsterdam, el asentamiento fortificado holandés, que se convertiría posteriormente en Nueva York cuándo pasó a manos de los ingleses en 1674.
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