Alguna otra vez ya he comentado aquí, lo que aprovechan el aire libre los neoyorquinos. Las innumerables posibilidades de ocio que la ciudad ofrece en primavera, se han visto ampliadas recientemente, con la apertura de dos nuevos piers en el río Hudson.
Se trata de los piers 62 y 63, situados a la altura de la calle 23, es decir, en Chelsea. Este nuevo espacio público contará, además de con jardines y espacio para realizar picnics, con un carousel, que costará 2 dólares, un park skate y un jardín de rocas, al más puro estilo zen.
Esta zona oeste de la isla es, de hecho, una de las más transitadas con la llegada del buen tiempo. Correr, pasear, montar en bicicleta, hacer piraguismo, e incluso tomar una copa o comer en un par de antiguos barcos varados en las cercanías, son algunas de las actividades que se pueden practicar en el area. La zona cuenta con otro aliciente, los interesantes y, para mi gusto, preciosos edificios industriales que aún se conservan en la zona.
