Los neoyorquinos son tremendamente educados y suelen ser respetuosos con los que visitan la ciudad durante todo el año (52 millones en 2012), quizás por ello, suelen evitan los lugares considerados turísticos. Si vives en Nueva York, cruzar Times Square puede resultar bastante estresante, y lo más probable es que evites la zona, especialmente en determinadas épocas del año.
Un reciente artículo de Gothamits señalaba los 10 lugares turísticos de Nueva York, que un neoyorquino debería visitar también.
1. Ferry Staten Island. Un clásico que dejo hace tiempo de ser un secreto para los que visitan la ciudad, pero que ofrece las mejores vistas en 360º del Downtown neoyorquino, y además, es gratis. Aunque en la guía de Nueva York barato, se recomienda volver en el mismo barco, Gothamits nos propone tomar una porción de pizza en el Pier 76.
2. Bronx. Ese gran desconocido para muchos, incluidos los propios neoyorquinos. El Zoo o el Jardín Botánico son los lugares que se suelen visitar en el distrito, pero ¿porqué no pasar el día en Arthur Avenue, el Little Italy de Bronx? Entre las calle 183 y 187, los locales de restaurantes se alternan con pequeñas tiendas especializadas, que merecen una visita. Quizás un buen momento pueda ser asistir al festival italiano Ferragosto que tiene lugar cada año el segundo domingo de septiembre.
3. Ver The Panorama of the City of New York. Esta maqueta de 867,2 m2 construida por Robert Moses junto con un equipo de 100 personas para la Exposición mundial de 1964, es la joya de la corona del Museo de Queens. Incluye todos los edificios construidos hasta 1992 en los 5 distritos de Nueva York. El Museo, está en estos momentos cerrado hasta octubre de 2013.
4. El paseo literario de Central Park. Deportistas, paseadores de perros, ciclistas, cuidadoras de niños… y por supuesto turistas, hasta sumar los 25 millones de personas que lo visitan al año. Pero en Central Park hay que dar un paseo por Literary Walk, en el extremo sur de Mall, a la altura de la calle 66, el paseo que arranca de la hermosa fuente Bethesda.
5. Brooklyn Bridge. El puente de Brooklyn cumplió el mes pasado 130 años. Construido entre 1870 y 1883, era cuándo fué inaugurado, el puente colgante más largo del mundo, con sus 1.825 metros, y el primero suspendido con cables de acero. Es una de las principales atracciones de Nueva York, y salvo bajo la lluvia o en las primeras horas del día, tendrás que compartir con muchos las increíbles vistas desde Brooklyn del Downtown neoyorquino y la estatua de Libertad a tu derecha, y del Midtown y el puente de Manhattan a tu derecha. Después de cruzarlo, no olvides visitar DUMBO.
6. La Estatua de Libertad. Muchos neoyorquinos podrán presumir de no haber estado nunca allí, pero ahora que ha anunciado su reapertura para el próximo 4 de julio, es un buen momento para subir a su corona y experimentar porqué es uno de los iconos de la ciudad.
7. Empire State Building. A pesar de que perímetro de actuación de los comerciales preguntando si necesitas billetes para visitar el Empire State se va ampliando y puede resultar agobiante para los locales, y que a determinadas horas del día la azotea es casi impracticable, las vistas de 360º de la ciudad desde su planta 102 nos dejarán boquiabiertos.
8. Visitar McSorley’s. Es el pub irlandés más antiguo de Nueva York , en funcionamiento ininterrumpidamente desde 1864. Es uno de nuestros bares favoritos para tomar un pinta en el East Village, por su decoración, su historia, y además, porque ofrece dos jarras de cerveza de la casa al precio de una, una light y otra oscura, aunque de idéntico sabor.
9. La colección permanente del Metropolitan Museum. Cómo en tantas otras ciudades, los locales tan sólo acuden a sus principales museos para ver alguna exposición imprescindible. El Metropolitan no es una excepción, y en estos momentos la exposición temporal Punk: Chaos to couture está de plena actualidad, pero son pocas las ocasiones en las que se visita su colección permanente, a pesar de estar formada por más de 2 millones de piezas.
10. South Street Seaport. Es una de las zonas históricas de Nueva York más concurridas por los que visitan la ciudad. Su fisonomía ha ido cambiando, y dónde antes había negocios históricos cómo el Mercado de Pescado de Fulton, ahora encontramos sucursales de las marcas más comerciales. Pero cada verano ofrece sesiones de cine y conciertos gratuitos, y desde las hamacas de su terraza situada en la zona de restauración, se obtienen unas vistas impactantes del puente de Brooklyn y del propio Brooklyn. Sólo por eso, merece la pena visitarlo.
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