Como complemento a la entrada publicada hace unos días sobre los taxis de New York, hoy me gustaría aportar más datos, en este caso, relativos a las nuevas tecnologías que en ellos se pueden encontrar.
A instancias de The New York City Taxi and Limousine Commission (TLC) los taxis neoyorquinos deben disponer de un Monitor de Información al pasajero, una pantalla situada en el respaldo de los asientos delanteros que ofrece entretenimiento a los pasajeros de los asientos posteriores.
También deben llevar un GPS, y la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito. Relacionado con este último, los titulares de tarjetas del Chase lo tienen más cómodo aún, gracias a que este banco ha implementado los programas de tarjetas de crédito sin contacto, blink, también en los taxis neoyorquinos. De esta forma, solo es necesario acercar la tarjeta al terminal, y despedirse del taxista.
El elevado coste de todas estas mejoras, situado entre 3.000 y 5.000 dólares, fué objeto de rechazo por parte de los taxistas en el 2007, y llegó a motivar una huelga voluntaria que no tuvo mayor repercusión sobre el servicio.