Fort Tyron Park, un agradable parque situado a la altura de la calle 193 Oeste, fué entregado en 1930 por John D. Rockefeller a la ciudad de Nueva York para construir en su punto más alto un monasterio que reuniera los cinco claustros que había adquirido cinco años antes al escultor George Gray Bernard.
Los claustros y la colección de piezas que forman el conjunto, todos ellos de los siglos XII al XIV, fueron llevados al otro lado del Atlántico desde diversas partes de España y Francia, y se encuentran ahora reunidos en lo que se conoce como The Cloisters.
Una visita interesante, y sorprendente, con vistas al rio Hudson, en uno de sus puntos más espectaculares.