La famosa expresión que define a Nueva York cómo la ciudad que nunca duerme, es también aplicable a su fisonomía, en constante cambio.
La renovación urbanística de la ciudad, ha dado lugar a la aparición de nuevos barrios.
Es el caso de NoMad (al norte de Madison Square Park) que ha revitalizado la zona próxima al parque situado entre las calles 26 y 23 y Madison Ave. y 5h Ave. La apertura de modernos hoteles, restaurantes y tiendas, que han ido ocupado los preciosos edificios del siglo XIX del área, y sustituido los negocios de compra de todo tipo de artículos, especialmente perfumería, de venta al por mayor que se ubicaban mayoritariamente en la zona, han cambiado el barrio en apenas tres años.
La misma renovación nos permite disfrutar de proyectos públicos tan exitosos cómo el del High Line, un paseo ajardinado sobre la antigua línea de ferrocarril de carga West Side Line, y cuya tercera y definitiva fase, abrirá al público en la primavera de 2014. Su apertura en 2009 suposo un cambio importante en la fisonomía del oeste de la ciudad, y en su recorrido, entre el Meatpacking District y la calle 34, los edificios industriales han ido dando paso a modernos apartamentos y oficinas.
Nueva York nos seguirá sorprendido arquitectónicamente, con otros proyectos que verán la luz en un futuro próximo, cómo el de Seward Park, en la zona del Lower East Side, que tras un tiempo apartado, ha sido retomado, cómo anunciaba el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, hace apenas unas semanas.
Esta regeneración constante, que te permite hacer nuevos descubrimientos en cada viaje, es una de las razones para elegir la ciudad cómo destino de tu próximo viaje.
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